martes, 6 de noviembre de 2007

"y después de batir, agregue sobre la hoja..."

Hoy tengo ganas de escribir algo largo. Algo que no todo el mundo quiera leer.
Creo que no va a tener mucha coherencia, o tal vez si la tenga, pero lo que le va a faltar es un hilo conductor.


Como que no llueva los domingos a la mañana, pero sí los lunes. Parece que los dioses han acordado que levantarse temprano sea lo más tortuoso posible, y por eso le agregan lluvias, ganas de dormir, y sueños que son demasiado buenos para despabilarse con el ruido agudo, metálico y tan, pero tan detestable del despertador.

Respecto de esto, he elaborado distintas teorías, pero ninguna termina de conformarme. ¿Deberíamos usar como despertador una canción o sonido que nos agrada? La respuesta es NO. Salvo que estemos dispuestos a que ese agrado originario se transforme en repulsión, y que esa melodía pase a estar en la lista de cosas que jamás, ni que me obligue mi mamá (para vos, mi terapeuta), incluiría en ningún aparato reproductor y/o portador de sonidos.
Entonces, acá la antítesis: ¿debiéramos usar entonces una melodía que ya odiemos, como para ahorrarnos el trámite? Mi respuesta vuelve a ser negativa. La justifico con una situación gráfica: levantarse a las 6:30 de la mañana al ritmo de “vamos los pibes, todas las palmas” etc. etc. (con respeto hacia todos los gustos musicales) no es mi idea de un buen despertar. Sería el corolario de un amanecer traumático.
Llego así a la conclusión: después de todo, prefiero el ruidito metálico. No porque sea bueno, sino porque es tan social que es menos desagradable el saber que al mismo horario, lo estamos odiando miles de nosotros (¿falacia de apelación al pueblo le decían?).

Me di cuenta de que le tengo mucho miedo a mi tortuga. A veces me divierte (sobre todo cuando entablo luchas improvisadas entre ella y mi zapatilla), pero cuando se aproxima silenciosa mientras tomo sol, deseosa de morderme los dedos de los pies, le temo. Y es un temor fundado en estadísticas de buena fuente: el 100% de las mordidas en los dedos de papá lo hicieron sangrar.

Cuando nos queremos hacer las rebeldes superadas, las mujeres de mi tipo (categoría sin nomen) hacemos cosas como: teñirnos/cortarnos el pelo; comprarnos ropa original/excéntrica/anteojos llamativos; dejar de depilarnos; salir a la calle descalzas o tratar mal, de una vez por todas, a esa vecina que nos arruinó varios días de la infancia-adolescencia al decirnos que “estamos más gorditas” (con un acompañamiento salival de importancia). Que conste que la vecina digna de ser quemada en la hoguera puede ser reemplazada por cualquier individuo de rasgos humanoides que haya tenido el tupé de humillarnos.

Si llego a oír una vez más, en cualquier contexto, la frase “es lo mínimo que nos merecemos”, o me entran convulsiones, o me prendo fuego.



Bueno, después de todo ni tenía ganas de escribir tan largo, ni tampoco es cierto eso de que lo bueno viene en frasco chico. He decidido sortear con este texto todas las reglas de la lógica, y un poquito también las de la profundidad conceptual.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me causo mucha gracia... no estoy a favor de que no te depiles: ser rasposa no significa revelde.
Te amo! y lo de frasco chico es verso de petiso!
TE amo

Anónimo dijo...

reVelde esta como simbolo de mi reVeldia contra la lengua castallana

Anónimo dijo...

Y maria no me gastes: anda a posar para Bermudez, y no GustaVo!

Anónimo dijo...

"castallana"
eso es en honor al chicho

Anónimo dijo...

estoy pensando armar un blog por medio de comentarios en el tuyo. ME ahorro eso de cagar todo.. etc

Sebastian Strauchler dijo...

Ta bueno lo del despertador, gustome.

PD: Los pies de tu papá tendran gusto a lechuga, a mí, mi tortuga nunca me mordió.

Unknown dijo...

Dejé de usar el despertador y me despierto solo, y esto hace poco, pero debe ser el ciclo normal de la vida, es cierto molesta el despertador y la tortuga a mí se me escapaba de casa pero nunca mordió a nadie, quizás la pobre canaliza las convulsiones así porque no se puede teñir el pelo de rojo.

Anónimo dijo...

Mi primer post en mi cuasi-blog:

Siempre me parecio una mina interesante la mamá de mafalda... se que es muy freak.