lunes, 26 de noviembre de 2007

¿Self destruction o shell destruction?

Si uno pudiera girar sin marearse, no giraría. La teoría es que los daños colaterales hacen que algunas cosas (tampoco nos vamos a poner en extremistas) sean atractivas por los peligros que las circundan. Todos tenemos la ilusión de tener una anécdota para contar a las generaciones venideras de cómo logramos salvar nuestra vida, ya sea de un tiburón blanco o de pisar una cáscara de banana. Todos queremos tener nuestra propia odisea para ser más interesantes. Y si no las tenemos, las inventamos.
Es así que llegamos al punto de creernos que, en cierta medida, nuestra vida está apoyada sólo en eso que nos construimos, que nos quisimos creer, que nos quisieron creer.
Pero cuando eso ya no se sostiene, todo parece venirse abajo. Lo que pensamos que somos. Lo que piensan que valemos. Lo que vale. Lo que somos. Lo que piensan. Lo que no pensamos. Lo que no piensan.
La cuestión está en encontrar un centro espeso y persistente. Algo que está firme aunque no lo hayamos usado durante años. Algo que está esperando a que decidamos vincular un poco más el hacer con el querer, y no tanto el deber con el quieren.
A veces son necesarios muchos años para encontrar la forma de viajar al centro de la tierra.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hay que encontrar las grietas y después no tener miedo a meterse o caerse, las grietas que se abren hasta el centro de la tierra esta tierra que llevamos dentro y mas adentro, más chiquitito como un granito de arroz de universo.

Anónimo dijo...

me gustan tus fotos :)

sos una tontaaaaaaaaaaaaaaa
te quiero
tontaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

A
a
a
A
aa
A

María.- dijo...

jajajajajajajaja

sos TIGERRRRRR!!!!

jajaja

(yo puedo ser pooh?)


ah!, te llegó mi mje del asado?
manu y sus hermanos traen...
cha
cha
chaan:

chocotorta. je. Lechon va a comer asado?

muá!