ANITA
Anita es la hermana mayor, con 4 años cumplidos.
Anita hace que las palabras salgan del sopor cotidiano, y las vuelve divertidas.
Anita no dice “Che Guevara”, sino “Quechevara”.
Anita no dice cumpleaños, dice “pucaños”.
Anita no me dice Luchi, me dice Uchi.
Anita, el 23 a la noche se arrodilló ante el árbol de Navidad y pidió: “Papá Moel, te lo ruego, traeme el traje de la sirenita”, entre llantos.
Anita recibió el traje de la sirenita y unas sandalias de las princesas de Disney, y se pusó todo junto, recibiendo el comentario paterno de que “estaba impresentable”.
Anita no le dice “Alicia” a su abuela sino “Licia” porque “la A es suya”.
Anita abraza poco, pero da los abrazos más lindos.
Anita da pocos besos, pero son inesperados, espontáneos y te llenan como ningún otro.
Anita está contenta porque aprendió a dibujar “mariposas y zapatos”.
Y yo estoy contenta porque Anita dibuja mariposas, se disfraza de Sirena, disfruta más que nadie de su pucaños, y me da los abrazos y los besos más lindos, cuando menos los espero.
Anita es la hermana mayor, con 4 años cumplidos.
Anita hace que las palabras salgan del sopor cotidiano, y las vuelve divertidas.
Anita no dice “Che Guevara”, sino “Quechevara”.
Anita no dice cumpleaños, dice “pucaños”.
Anita no me dice Luchi, me dice Uchi.
Anita, el 23 a la noche se arrodilló ante el árbol de Navidad y pidió: “Papá Moel, te lo ruego, traeme el traje de la sirenita”, entre llantos.
Anita recibió el traje de la sirenita y unas sandalias de las princesas de Disney, y se pusó todo junto, recibiendo el comentario paterno de que “estaba impresentable”.
Anita no le dice “Alicia” a su abuela sino “Licia” porque “la A es suya”.
Anita abraza poco, pero da los abrazos más lindos.
Anita da pocos besos, pero son inesperados, espontáneos y te llenan como ningún otro.
Anita está contenta porque aprendió a dibujar “mariposas y zapatos”.
Y yo estoy contenta porque Anita dibuja mariposas, se disfraza de Sirena, disfruta más que nadie de su pucaños, y me da los abrazos y los besos más lindos, cuando menos los espero.
SANTIAGO
Santiago es el miembro más nuevo de la familia, con sus 19 días cumplidos hace minutos.
Santiago se mueve todo el tiempo, pero ya sabe dormir solo.
Santiago tiene los ojitos muy abiertos, aunque todavía no pueda mirar nada.
Santiago tiene un olorcito que no se compara a nada, y sólo puede catalogarse como “olor a bebé”.
Santiago duerme toda la noche, mamá y papá agradecidos.
Santiago llora despacito y da unos grititos tan suaves, que te dejan con ganas de escuchar más.
Santiago tiene un pocito en la cola.
Santiago se saca el chupete todo el tiempo, e inmediatamente le hace saber al mundo que necesita recuperarlo.
Santiago esboza una sonrisita de costado, que algunos llaman reflejo.
Yo prefiero pensar que ya se ríe un poquito de esta familia disfuncional que le tocó.
Santiago es el miembro más nuevo de la familia, con sus 19 días cumplidos hace minutos.
Santiago se mueve todo el tiempo, pero ya sabe dormir solo.
Santiago tiene los ojitos muy abiertos, aunque todavía no pueda mirar nada.
Santiago tiene un olorcito que no se compara a nada, y sólo puede catalogarse como “olor a bebé”.
Santiago duerme toda la noche, mamá y papá agradecidos.
Santiago llora despacito y da unos grititos tan suaves, que te dejan con ganas de escuchar más.
Santiago tiene un pocito en la cola.
Santiago se saca el chupete todo el tiempo, e inmediatamente le hace saber al mundo que necesita recuperarlo.
Santiago esboza una sonrisita de costado, que algunos llaman reflejo.
Yo prefiero pensar que ya se ríe un poquito de esta familia disfuncional que le tocó.