Si es cierto que el estado de ánimo depende de cómo nos trate el clima, odio estos días que anuncian soles y regalan lluvias, para terminar anocheciendo con una crueldad que se refleja en frío y frazadas. Frazadas que se vuelven a escapar de los placares y nos miran, ahí, tendidas. Y nos recuerdan que no, que aún no es momento de dormir bajo las estrellas.
Todavía no vale el “vos, dormí sin frazada”.
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2 comentarios:
Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, un secreto, siempre dormimos bajo las estrellas. :)
Shhhhhhhhhhh, otro secreto, siempre dormimos "ENTRE" las estrellas. Las estrellas estan por todos lados, aunque no las veamos. Por ejemplo yo vivo junto a mi estrella, que se llama Ana, pero hay muchas otras: Físicas y sentimentales
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