Siempre me pareció muy explicativa la historia del rey que, engañado por un par de estafadores y por su propia ignorancia, salió a encontrarse con el pueblo desnudo, creyendo que usaba un traje bordado en oro. Apoyé, en base a eso, la teoría de que los niños no pueden callarse las verdades que, para todos son evidentes, pero algunos pretendemos no ver.
Ayer iba caminando por la calle y un infante de unos 8 años busca mi atención al grito de "señora, usted señora"...
Estoy en un dilema: o el cuentito fue siempre una farsa que nos quiso hacer creer que de niños eramos especiales, o realmente ya han surgido tantas nuevas generaciones después de la mía.
Sí, estoy algo así como generacionalmente desesperada.
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2 comentarios:
Es que ya sos una niña grande!
La primera vez te da una cosa... pero después te acostumbras
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